Reinvención de las barberías con nuevos formatos y servicios

La barba volvió a erigirse en la figura masculina a partir del movimiento Hipster y del look impuesto por famosos a nivel mundial. Esta tendencia propició el regreso de las entrañables barberías-peluquerías, con propuestas creativas e innovadoras.

Símbolo de sabiduría, madurez, virilidad, estética, estatus, respetabilidad - o paradójicamente todo lo contrario -, el uso de la barba ha conjugado a lo largo de la historia humana diferentes significados, en función de las épocas, culturas, lugares y tendencias. Aceptado, alabado, rechazado o denostado, el vello facial incluso ha llegado a ser un objeto imponible en la Rusia del Zar Pedro el Grande (1682-1721). Después de un siglo XX en el que predominaron los rostros afeitados, casi como estandarte en la actualidad y desde hace ya casi una década, la barba volvió a erigirse en la figura masculina, sobre todo a partir del movimiento Hipster (subcultura de jóvenes bohemios de clase media-alta), y del look impuesto por distintas estrellas del deporte y el espectáculo a nivel global. Frente a esta coyuntura, atravesada además por la tendencia del hombre a otorgarle mayor relevancia al cuidado de su figura, han proliferado sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires y en la zona norte del GBA las entrañables barberías-peluquerías, bajo nuevos formatos y con propuestas creativas e innovadoras que buscan complacer nuevas necesidades masculinas.

Gambino

Con 11 locales en suelo porteño, Gambino es uno de los claros exponentes de este boom de las barberías-peluquerías. “Buscamos que el hombre encuentre una experiencia del pasado pero hoy, con un nuevo formato, mezclado con detalles de nuestra época actual. Creemos que el cuidado personal dejó de ser una alternativa, hoy cada vez más hombres privilegian su cuidado personal”, cuenta Mauro Grieco, director comercial de Gambino. Desde que abrió su primer local en el barrio de Belgrano en marzo de 2017, el negocio no paró de crecer con aperturas en Almagro, Caballito, Palermo, Barrio Norte, entre otros, todos bajo su órbita. “Cuando comenzamos no existía el boom de las barberías tal como lo vemos hoy, es decir, aparecimos cuándo empezó a crecer la ola y supimos capitalizarla”, afirma Grieco. Haciendo frente a la dinámica recesiva de la economía doméstica, Gambino tiene previsto inaugurar al menos 5 nuevos locales este año: el próximo será en mayo en el barrio de Recoleta, mientras ultiman los detalles para desembarcar en el GBA. “Todos los locales tienen una misma idea y línea de trabajo, la de satisfacer al cliente y darle un trato super cordial. Queremos que el hombre disfrute del servicio”, resalta el ejecutivo. Para intentar lograr ese cometido, Gambino ofrece sin cargo una bebida, que va desde una gaseosa, un café, pasando por una cerveza, o distintos aperitivos, hasta incluso un whisky para degustar previo o durante el corte pelo o arreglo de barba. Con música noventosa sonando de fondo, el cliente tiene a disposición además amplios sillones para aguardar su turno, en una sala de estar retro, rodeada de fotografías de bandas de rock históricas de la escena mundial, junto con un TV conectado a la consola noventosa “Family Game” (en la cual se puede jugar, entre otros, al Súper Mario Bross). Un momento retro en toda su dimensión. Precios: corte de pelo, $330; arreglo de barba, $230; pelo y barba, $430.

Kusta Barber Truck

Una propuesta innovadora en este segmento es sin dudas la de “Kusta Barber Truck”. Después de tres generaciones de estilistas y de haber experimentado mucho en el rubro, Mariano Acosta, su creador, decidió dar un giro al negocio tradicional: “La iniciativa surgió luego de una investigación en la que intentamos resolver por qué los hombres iban poco a las peluquerías”. Descubriós que si bien la tendencia por el cuidado personal entre los hombres era cada vez mayor, a ellos les costaba acercarse a las peluquerías porque no encontraban espacios exclusivos, donde el servicio fuera rápido. Es así como Acosta detectó que lo importante era salir al encuentro de los clientes, y aprovechando la tendencia creciente de los “food truck”, ideó la primera barbería y peluquería móvil del país. “Es un espacio exclusivo y premium que sale a la calle sin resignar calidad y se acerca a los clientes para que puedan vivir una experiencia integral en un espacio cómodo y con un servicio personalizado”, describe. La preferencia por el formato truck estuvo relacionada además por los altos costos asociados que tienen los locales, sean a la calle o en un shopping. “Este modelo te permite reducir esos costos y escalar rápido. Además es versátil, y tenés la posibilidad de moverlo e instalarlo en distintas ubicaciones”, sintetiza. El primer truck lo instaló hace casi dos años en Tortugas Open Mall, donde se testeó el formato. La inversión inicial fue de $1.500.000, y en aproximadamente medio año logró recuperar aquel desembolso. En la actualidad, ya suma un total de 7 trucks en diferentes shoppings de capital y el interior (Distrito Arcos, Abasto, Alto Avellaneda, NINE Shopping, Alto Rosario, entre otros). “Estas locaciones permiten que el hombre pueda venir con su mujer, su novia, su familia, y mientras él se corta el pelo o se arregla la barba, ella puede recorrer el mall o hacer alguna compra. Esta combinación funciona muy bien”, comenta Acosta, quien proyecta alcanzar los 30 trucks al cierre de 2019.