Propiedades

Para quien necesita reubicarse rápido el alquiler temporario tiene la ventaja de que incluye mobiliario y ropa de cama

A principios de año, el alquiler temporario de departamentos era una opción que atraía a muchos propietarios porque, a través de plataformas como Airbnb, rentaban su inmueble a turistas y cobraban en dólares, contra la baja rentabilidad en pesos que podían obtener con un contrato tradicional. Pero con el advenimiento de la pandemia de Covid-19, el turismo cesó y, por ende, se esfumó la mayoría del público que alquilaba de esta forma.

Hoy, según distintos referentes del sector, hay muchos departamentos que quedaron cerrados a la espera del regreso de extranjeros, mientras que otros están trabajando con público local, sobre todo gente que se separa y necesita un lugar donde parar, trabajadores esenciales que no quieren usar el transporte público y entonces se acercan al lugar de trabajo, y pacientes del Interior que vienen a Buenos Aires por algún tratamiento médico.

 Susana "Chuni" Coletti, dueña del emprendimiento Aloha Fácil que gestiona alquileres temporarios de departamentos ubicados en Recoleta, Palermo y Microcentro, dijo en diálogo con LA NACION que hay mucha gente que tiene cerrado el departamento, mientras que otros dueños pasaron a pactar temporarios de uno, dos y tres meses, cuando antes las estadías eran por 3, 4 o 5 días.

"En Aloha estamos muy enfocados en Airbnb porque mis clientes compran la seguridad que da la plataforma: que nadie se va a quedar en el departamento, que vas a recibir el dinero que pactás y que está todo sistematizado. Entonces, hay algunos que prefieren tenerlo cerrado y otros que se acomodan a lo que se presenta porque tienen gastos fijos que afrontar", afirmó.

Parte del público que apareció, según Coletti, es la gente que se separa y necesita un lugar donde quedarse temporalmente, pero, para esos casos, dijo que se manejan con clientes referidos.

 "Esa es una tendencia muy fuerte que no se veía antes. Al separado el temporario le conviene porque no es un contrato a largo plazo y es útil porque sirve para analizar su situación y ver dónde se va definitivamente. Además, te resuelve un montón de cosas, porque el departamento viene con mobiliario y ropa de cama. Les hacemos firmar un mini contrato, aunque sí tienen que ser personas conocidas. Si es alguien desconocido, mis clientes prefieren tenerlo cerrado", apuntó.

Otros huéspedes que ha tenido en el último tiempo son gente que vive lejos del trabajo y tiene que ir presencialmente, pero no quiere usar el transporte público, y los pacientes que vienen del Interior por tratamientos médicos. Más allá de estas situaciones, dijo que el alquiler temporario está "regalado" en precio y que muchas veces el dinero por el que se alquila un lugar no alcanza a solventar los gastos.

"Un monoambiente en Núñez cuesta menos de $1000 la noche, cuando antes estaba en $3000, pero no te lo pagan $1000. Es ridículo. Pero creo que a futuro la Argentina va a estar muy barata para el extranjero. El cliente local por ahí no va a alquilar por plataforma, pero el extranjero sí, porque se va a manejar con el dólar blue y, con los impuestos, el alquiler temporario queda a precio blue", opinó.

En tanto, Juan Pablo Herrera, de Handiola Administración de departamentos en alquiler temporario, dijo que, con la pandemia, los alquileres temporarios bajaron un 60% y a este descuento se suma uno del 15% en el caso de estadías largas.

 "Los propietarios se vieron obligados a bajar tarifas a ver si traccionaban algo de alquiler. Un departamento que costaba US$40 la noche hoy está en US$10 o US$12 y, sobre eso, en una estadía de más de 20 días o un mes se aplica un descuento del 15%, que los dueños están obligados a hacer para tener algún tipo de reservas. El huésped paga en pesos al tipo de cambio más los impuestos", informó, y dijo que también están trabajando con personas que les refieren conocidos.

"Cuando son reservas de larga estadía es mínimo dos meses, y durante ese tiempo los ayudamos con lo que necesiten y tenemos una comunicación fluida. Por lo general nos avisan si van a hospedarse más tiempo, y si no uno les pregunta cuando está por vencerse la fecha. Hay personas que continúan por un mes más y otros se van. Es muy variable y depende de cómo se acomoden", agregó.

Por último, Alejo Calot, presidente de Calot, una inmobiliaria que se especializa en alquileres temporarios, dijo que hubo una mínima reactivación en septiembre y que el público actual son argentinos que viven en la Capital Federal y que, por alguna razón, necesitan mudarse porque, por ejemplo, se les terminó el contrato de alquiler.

"Recién en septiembre empezamos a tener demanda fuerte, que continuó ahora en octubre, y, en general, está atada a que los precios de los alquileres temporales se frenaron", aseguró. Sin embargo, dijo que, si empieza a haber escasez de departamentos, los importes que se piden aumentarán, lo que podría pasar en enero o febrero también por la inflación porque estos alquileres incluyen los gastos en expensas, luz y gas, entre otros.

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