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Dos empresarios del mercado de la construcción nos cuentan cómo va funcionando el protocolo para los pocos trabajos de construcción que se están haciendo en CABA

ARGENTINA.-  En la ciudad de Buenos Aires el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta habilitó la construcción hace unos largos días con ciertos protocolos. En esta primera etapa se sumaron obras vinculadas a las de excavación y demolición. Todas estas actividades tienen luz verde con ciertos protocolos bien estrictos.

Por el momento se han iniciado muy pocas obras en la ciudad de Buenos Aires con un alto grado de adopción de las medidas. Varios empresarios del sector de la construcción sostienen que sería interesante ver qué sucede cuando se abra la posibilidad de iniciar las actividades para todas las empresas del sector.

Martín Funes, socio fundador de Meta Desarrollos, asegura que el protocolo es estricto y un tanto engorroso” de aplicar en algunos casos, “pero resulta fundamental para cuidar la salud del personal de trabajo”. El empresario asegura que “en este momento hay un alto volumen de transportes privados (por ejemplo, transportes escolares) con baja o nula actividad por lo que resultará más sencillo, en un principio, la contratación de estos transportes dada la cantidad de oferta". 

Respecto a los obreros que viven en la provincia de Buenos Aires, Funes reconoció que el 75% del personal de obra vive en esa jurisdicción, por lo que “lo más engorroso del procedimiento será las grandes distancias -y los tiempos- que tendrán que realizar los transportes a la hora de pasar a buscar a las personas”.  “De todas formas será una normalidad a la que debamos acostumbrarnos ya que muchas empresas, obreros y profesionales del sector tienen la necesidad de trabajar para no empeorar su situación financiera”, reconoció el empresario.

Por su parte, Héctor Sarlinga, socio Gerente de DAHEDA Construcciones, sostuvo que la reapertura parcial de la actividad para actividades esenciales en la construcción porteña ha sido bien recibida por el rubro de la construcción, “no obstante las condiciones que son requeridas para aquello obligan a efectuar determinados gastos imprevistos y a readecuar los procesos de trabajo en la búsqueda de mayor eficiencia para evitar una disminución de la productividad”.

Funes sostuvo que estos protocolos pueden incidir en los valores de construcción de las obras: “Hasta ahora lo que venimos hablando con las empresas constructoras con las que trabajamos es que se incrementará, aproximadamente, un 7% sobre los certificados de avance (en la etapa inicial de obra)”.  Sin embargo, indicó que ese valor puede variar mucho en función a la etapa de obra.

Sarlinga reconoció que “la empresa constructora deberá efectuar o tercerizar el transporte a sólo efectos de facilitar el traslado del trabajador con el propósito de cuidar su salud y la de la comunidad”.

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